Una mirada que nos UNE

En la edición de Ultima Hora de hoy se publico un artículo denunciando la grave situación de los indígenas al costado del Colegio Regional. "Chocolate por la noticia" dirá mas de uno, solo que ahora tenemos un "frío que pela" por lo que aquello que ya era grave se vuelve mas grave. Además, los periodistas pasaron por alto a los niños, y no tan niños, de la calle entre otras personas carenciadas de la ciudad.

¿Que tenemos que ver nosotros con todo esto? Bueno, capaz que no mucho, porque para eso esta el Estado, por ejemplo la Gobernación. Pero: "No tenemos fondos para estos indígenas porque ellos no son de nuestro departamento. No podemos hacer gran cosa por ellos y sólo aguardamos que grupos pastorales se acerquen a ayudarlos" es la respuesta. Viendo que no tenemos fondo, no veo otra posible solución de parte del Estado; borrarlos de la ciudad con un decreto o alguna ordenanza no soluciona el problema, en todo caso lo esconde, de todas maneras no creo sea posible; además suena algo parecido a meter la suciedad bajo la alfombra. Lacras como la pobreza no se solucionan con prohibir a los afectados a salir a las calles.

Es verdad que no somos un grupo pastoral, pero somos humanos. Y salvo nosotros, no queda nadie para ayudarlos. Así que ahora tenemos mucho que ver en este problema, ya que como jóvenes somos parte de la solución. La solución debe partir de nosotros.

Como universitarios tenemos la suerte de tener una conciencia mayor sobre la realidad. Podemos analizar las circunstancias según la totalidad de sus factores. Esta capacidad nos permite tomar conciencia de nuestra responsabilidad de dar soluciones validas a problemas sociales. Girar la mirada a otro lado no es de ninguna manera la solución, y más que solución es la semilla de donde germina el problema de los indígenas y los niños de la calle: la indiferencia.

Por suerte el hombre vive en comunidad, esto implica la enorme ventaja de ayudarnos a caminar, de estar atentos en el día a día. Así, a través del ejemplo vamos aprendiendo unos de otros. Hoy, son los alumnos de quinto curso “A” de contabilidad son quienes nos dan el ejemplo con esa mirada cálida con la que vieron a estas personas. La iniciativa ya nació, el gesto comienza hoy, nada mas nos queda adherirnos y de esta manera ser ejemplos para toda la sociedad. Si sabemos cual es el problema, y sabemos cual es la solución. ¿Qué esperamos? Es solo poner manos a la obra.

Con este gesto en particular no vamos a cambiar el mundo. No podemos pretender cambiar la realidad de estos niños con un par de zapatos y una bolsa de abrigos. El problema es mucho mas profundo. Sin embargo nadie puede refutar la idea de que si podemos hacer que estos inocentes tengan un invierno menos doloroso.

Un “si” ante el gesto hace la diferencia para esta gente: un invierno mas cómodo y la posibilidad de sentir un poco de calor humano; un “no” significa nuevamente un invierno frío, y ante todo, una nueva negación de la dignidad de estas personas.

Las bolsas de abrigos no son la solución al problema, pero si la mirada cálida y critica hacia la realidad que se hace material a través de estos abrigos. El sacrificio que implica la colecta de abrigos esta totalmente justificado. Digamos Si y marquemos el camino para cambiar las cosas. Apoyemos a nuestros compañeros uniéndonos a este hermoso gesto.